Una ensaimada casera recién hecha, es de mis piezas favoritas de bollería. Tengo que reconocer que nunca había probado una de verdad hasta que mi amiga Marta Roselló me llevó a una panadería cerca de su restaurante, donde las comprábamos para desayunar antes de ir a trabajar los días que estuve cocinando con ella.
La receta que hemos adaptado para hacer nuestro pan-ensaimada, me la dio mi amigo Andreu Genestra (esperamos estar a la altura en los resultados 😉
Primero, os dejo la receta de la ensaimada (que hemos hecho como una ensaimada de azúcar) y luego os explico cómo la hemos adaptado como uno de nuestros panes de restaurante.
Receta de ensaimada
Primero, haremos una masa madre.
220 ml de agua
350 gramos de harina
10 gramos de levadura
Amasamos bien, formamos una bola, colocamos en un bol y tapamos. Dejamos fermentar 2 horas a temperatura ambiente,
Una vez esta masa ha fermentado, hacemos una masa con ella y con el resto de ingredientes:
450 gramos de harina
150 gramos de azúcar
4 huevos
5 gramos de sal
40 gramos de levadura prensada
Esta masa la dejamos fermentar en un bol durante 4 horas tapada.
Una vez fermentada, la estiraremos lo más fino posible sobre una superficie enharinada.
Es muy importante conseguir que la masa no se rompa, para eso hemos tenido que amasarla muy bien consiguiendo una masa elástica y muy homogénea.
Una vez hemos estirado la masa muy fina, la cubrimos con 400 gramos de manteca de cerdo ibérico empomada.
Enrollamos esta masa con cuidado (si está bien amasada, no se romperá en este proceso)
Formamos un rulo que estiraremos bien con las manos, con mucho cuidado
Formaremos la ensaimada, la cubrimos de azúcar y la dejamos fermentar 1 hora a temperatura ambiente
Una vez fermentada, la metemos en el horno precalentado 180 grados durante 14 minutos.
Nosotras hemos variado ligeramente esta receta para hacer un pan de manteca que servimos en alguna ocasión como acompañamiento de un plato de escabeche.
Para esto, le quitamos azúcar hasta dejar sólo 40 gramos y le añadimos sal hasta que la receta tenga un total de 10 gramos.
En vez de formar la ensaimada, una vez formado en rulo con la manteca dentro, cortamos trocitos y los colocamos dentro de un molde cuadrado para horno.
De esta forma, sacaremos «pellizcos» de esta masa caliente, y os aseguro que es deliciosa.
Este pan lo servimos como acompañamiento de un plato de escabeche de caballa.
El ácido del escabeche y este pan hojaldrado con manteca, funcionan muy bien.
También es uno de los panes que forma parte de nuestra degustación de panes y mantequillas.
Espero que os guste la receta y, sobre todo, que os animéis a hacerla en casa.
Lleva tiempo, pero el resultado hace que merezca la pena la espera…
¡Que aproveche!