Reflexiones de un amante de la gastronomía
Razones para ir a una Cena Sentidos
Martes, 23.octubre.2012
Uno cree que ha vivido mucho y que conoce muchas cosas hasta que llega un día que algo hace tambalear tus creencias. El pasado viernes asistí con mi mujer a La cena de los sentidos y os puedo asegurar que es una experiencia que te lleva a ese estado. Crees que pones tus sentidos cuando vas a comer a un restaurante y aquí te demuestran que no, nos dejamos influenciar por agentes externos, el móvil, el reloj, el bolso con tus pertenencias que te hacen sentir seguro/a, si entra una persona, si en la mesa de al lado critican a alguien, en fin muchas distracciones. Cuando eliminamos estas distracciones y nos dejamos llevar empieza el espectáculo.
He sentido erizarse todo el vello de mis brazos, he sentido escalofríos, he vivido el frio y el calor, he notado una lágrima deslizarse por mi mejilla, he viajado sin levantarme de la silla, he volado con mi imaginación, me he impregnado de aromas y sabores, me he sentido como en casa, querido y arropado.
Ha sido tal el cúmulo de sensaciones que durante los días siguientes han ido apareciendo como destellos en mis sueños. Un festival onírico en el que almas terrenales te transportan a un estado de felicidad, de amor, de pasión; y logran con ello que vuelvas a creer en el ser humano.
Impresionante Javier Serrano, el director de esta experiencia imposible de narrar; brutal la delicadeza de un genio llamado Joaquín Schmidt en cuyo restaurante se celebró; y espectacular la energía que transmitían los que estaban sin estar.
Mil gracias a los que hacen posible esta experiencia y espero que sigáis repartiendo felicidad muchos años más.
Nacho Lurbe
#uniproontheroad
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La felicidad se come, la gastronomía de los sentidos y las emociones
Todos quieren sentir felicidad, el cliente la busca, la desea, la compra.
Hoy os voy a contar no sólo como viví la gran cena de las emociones, sino como trasladar esta maravillosa idea en simples pasos a vuestro propio establecimiento gastronómico o turístico.
Me recibe un amable señor, impecablemente vestido, educado, elegante en gestos y expresión, me dice, prepárate para vivir la experiencia de tu vida, será un regalo para ti, siente!!
¿Qué siento en ese momento? Alegría, curiosidad, algo de nervios..
Me tapan los ojos y unas manos dulces y suaves me llevan a mi mesa, lógicamente no veo nada, sólo siento… ahora los nervios crecen…
Piso un suelo acolchado, dónde estaré? En el cielo? No lo sé, pero es lo más cerca que he estado de momento..
Sentada en la mesa, empiezan voces a emerger de todos los rincones de la sala, en susurro o volumen más alto, desde la entrada, a mi lado.. escucho sin parar bienvenida a la cena de los sentidos, disfruta, imagina, recuerda, vive, explora, descubre, siente..
Entran platos, algunos me los como con la mano, en otros me dicen, abre la boca y con algo de timidez la abro y me dejo llevar.. Sólo escucho la textura de los productos, siento mejor que nunca todos los sabores por separado, se despierta mi oído cada vez más, las papilas gustativas están de fiesta, creo que quieren más..
Escucho la belleza, volumen alto, melodías suaves, ritmos rápidos, con contrastes de instrumentos, me cantan primero en castellano, luego en francés, portugués, italiano, música que me levanta de mi silla y me hace bailar…
Sándalo, canela, incienso, pimienta, cítricos, especias, aromas van y vienen como ráfagas una y otra vez.. Quiero descubrir que es lo que como a través del olfato, reconozco los olores, se prepara mi gusto y disfruto.
Siento que me abrazan, me acarician, me cuidan, se preocupan, me limpian, me quieren.
Me emociono una y otra vez con las voces que siguen interpretando para mi la mejor experiencia gastronómica y cultural, que jamás he vivido, mi imaginación vuela y mi corazón disfruta..
Esta fue la cena de los sentidos, creada y maravillosamente ejecutada por la empresa Casi Todos los Sentidos. No voy a contar todos los detalles, aunque me muera de ganas, ya que se rompería la magia para quienes vivirán esta experiencia tan especial alguna vez.
Y ahora, lo trasladamos a tu restaurante?
La bienvenida:
- Ser amables, educados y vestir impecablemente, es un deber para ti.
- Invítame a vivir una buena experiencia gastronómica.
- Genera expectación, curiosidad en mi, quiero sentir, quiero comprar emociones.
Gusto:
- Llena de texturas tus platos.
- Fusiona sabores y culturas que resalten y que se potencien entre si.
Oído:
- Pon diferentes texturas en tus platos, que suene tu comida!
- La música tiene que despertar algo en mi, qué quieres que sienta?
Olfato:
- Quiero descubirir tu gastronomía a través de los aromas.
- Tus productos deben ser frescos y harán que la sala se inunde de esencias.
Vista:
- Cuéntame una historia a través del montaje de tus platos.
- Invade mis sentidos con cada presentación.
No he querido poner fotos ni música (raro en mi) para que tu imaginación no tenga límites, si quieres algo más de inspiración, aprende: como se venden las emociones!
Esta cena fue parte del blog trip Murcia No Typical destino que ya es parte de mi … Una vez más felicidades a los organizadores por tan excelente trabajo!
Os ha gustado?
Un abrazo
Erika
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Mi Cena de los Sentidos
Seguro que, más de una vez, os habéis sentado delante de esa vieja caja de fotos de hace mil años.
Es inevitable que se te escapen las sonrisas y alguna lágrima al encontrarte con las personas que ya no están, las que han cambiado, las que siguen a tu lado…
Pero lo más emocionante de sentarte a ver esas fotos, son las sensaciones: acordarte de lo que rodeaba el momento, de lo que pasaba en ese instante en el que alguien hacía click, las emociones que se respiraban, los olores y sabores que lo envolvían, porque la vida pasa entre los matices, dice la canción.
Pues todas estas emociones se pueden multiplicar infinitamente cuando no puedes ver, cuando tus ojos son tus manos, y te acompañan los recuerdos y los detalles de TU VIDA.
Abandonas tus roles; ya no eres madre o padre, ni espos@, ni hij@, ni herman@, ni vecin@…eres solo TÚ. Nada más y nada menos que el único protagonista de tu película.
Y así, acompañad@ de sabores, de melodías, de olores; empiezas ese viaje al centro de ti mism@, donde nadie más había entrado antes; donde eres dueñ@ de cada sensación, de cada sentimiento. Como dicen algunos, empieza el viaje al centro de tu alma.
No se puede explicar una Cena de Los Sentidos, porque es una experiencia tan íntima, tan personal, tan hacia dentro de ti mism@ que cada un@ vive la suya; cada uno recorre su propio álbum de recuerdos; y recupera esos momentos que estaban tan dentro que casi no podíamos recordarlos, pero que son un estallido de emociones a través de los sentidos.
Lo mejor es que la emoción dura, y mucho. Los sentimientos a flor de piel siguen ahí, puede que hasta varios días.
Es una experiencia que recomiendo vivir sin duda alguna, porque es toda una convivencia con lo mejor de ti mism@. Volver a vivir esos instantes que te hicieron tan feliz un día, y que están fotografiados en tu mente y grabados en tu corazón.
Gracias a Javi, por crear ese espacio para ser tan feliz con tu propia vida, y apreciar cada instante, cada detalle, cada matiz que te arrancó una lágrima, una sonrisa, una caricia, un beso…
Gracias a todas las personas que transformaron su esfuerzo en gracia, sus movimientos en magia, y sus manos en complicidad.
Gracias a JuanRa, por abrirnos las puertas de tu casa, el Restaurante Sargantana, para descubrir que el Zorro tenía razón cuando le contó al Principito que “No se ve sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos” (Antoine de Saint -Exupéry, El Principito)
Gracias a todas esas personas que formáis parte de mi, los que estáis y los que no, por acompañarme en un viaje tan emocionante que espero, algún día, repetir.